Mi amigo Arturo

Desde ASPACE Zaragoza nos mandan esta historia recreada en la que pretenden ejemplificar algunas de sus situaciones cotidianas.

« Aquel día, comprando en el supermercado, una señora se acerca apresurada hasta nosotros. Nos pregunta la hora. Arturo mira su reloj le responde muy despacio, sílaba por sílaba. Ella no mira a Arturo, se queda extrañada y me pregunta si realmente son las ocho y media. “Sí, señora, Arturo se lo acaba de decir, son las ocho y media”. Nos mira incómoda y continúa por los pasillos entra al supermercado.

Arturo, como siempre, permanece callado, pero yo sé que está molesto por la actitud de aquella señora. En la mayoría de los casos, la parálisis cerebral afecta al movimiento y a la postura. Pero su cabeza funciona. De hecho, funciona perfectamente.

Terminamos de hacer la compra y salimos a la calle.

“¡No cruces en rojo!”, la tablet de Arturo me saca de mis pensamientos. Ahí están grabados los mensajes que con más frecuencia usa, para poder comunicarse con mayor facilidad. Conmigo siempre tiene que usar el mismo, desde luego tengo que prestar más atención a los semáforos.

Al principio nunca creí que llegaría a considerar a Arturo como un amigo, sin embargo, ahora lo es. A veces me preguntan cómo puedo tener amistad con una persona que no puede mover correctamente ni piernas ni brazos, que necesita ayuda constante, o que es como un niño grande. Pero se equivocan: una persona con parálisis cerebral puede hacer muchas cosas. Como todas las cosas buenas de esta vida, solo tienes que tener paciencia y dejarle su espacio y tiempo para hacerlas. Arturo necesita otras atenciones, pero desde luego, se parece más a mí que muchas otras personas.

Por eso, cuando me preguntan qué veo en Arturo, siempre contesto lo mismo: “Atrévete a conocerle”. Y si hubiera tenido un poco más de tiempo, también se lo habría dicho a aquella señora del supermercado: “Yo a usted no la vi llegar, sin embargo, Arturo identificó su cara de prisa desde lejos, y consultó el reloj para poder contestarle inmediatamente mientras usted se acercaba a nosotros” ».

* Este texto es una historia recreada basada en situaciones más o menos comunes. No es verídica y solo intenta acercar la tesitura al público.

Si te ha gustado este artículo compártelo en tus redes sociales 😉